Por costa o litoral entendemos la zona en contacto entre la tierra firme y el mar. Es una zona muy dinámica y en continuo cambio y evolución. Así, la costa "avanza" o "retrocede" por el aumento del nivel del mar en época glaciar o interglaciar. También, en tiempo más corto, las playas avanzan por el depósito de materiales que transportan los ríos, como en el delta del Ebro, o retroceden por la erosión y las corrientes marinas, como en el caso de las playas y arenales al sur de la ciudad de Valencia.
Es también una zona sometida a mucha presión humana, porque desde siempre ha estado muy poblada debido a la suavidad del clima, la existencia de desembocaduras de ríos y fértiles llanuras agrícolas, la posibilidad de pesca, las facilidades del transporte de mercancías por mar y, actualmente, la actividad turística.
Al ser una Península, España dispone de una gran cantidad de kilómetros de costas. Para el estudio del litoral lo dividiremos, al igual que los ríos, distinguiendo entre litoral cantábrico, atlántico y mediterráneo.
La costa cantábrica
Desde el río Bidasoa hasta la Punta de la Estaca de Bares, es una costa muy condicionada por la proximidad de la Cordillera Cantábrica al mar, por lo que es un litoral escarpado y rocoso, con abundantes acantilados de distintas alturas y pocas playas. Asimismo es una costa rectilínea donde destacan las pequeñas rías, como la de Bilbao, y los cabos, como los de Peñas, Ajo y Machichaco.
La costa atlántica
Desde Estaca de Bares hasta Gibraltar más las costas Canarias, de Norte a Sur podemos distinguir:
- El litoral Gallego, formado por costas altas y rocosas debido a la proximidad del Macizo Galaico, presenta multitud de entrantes y salientes con costas muy recortadas y dos grupos de rías: las altas al norte del cabo de Finisterre, y las bajas al sur, donde es mas habitual la presencia de arenales que en la costa norte.
- El litoral andaluz, desde la desembocadura del rio Guadiana hasta el Estrecho de Gibraltar, presenta unas características totalmente diferentes al litoral gallego, ya que es una costa baja y arenosa con numerosas playas y cordones dunares que se abren al océano a través del Golfo de Cádiz. Destacan por su valor ecológico para las aves migratorias y para el resto de la fauna y flora las Marismas del Guadalquivir.
- El litoral canario, aunque de origen volcánico en todas las islas, es muy variado y está condicionado claramente por el relieve. Así mientras las islas orientales son más antiguas y erosionadas (Lanzarote y Fuerteventura) y con un litoral más bajo, el resto de las islas presentan un litoral más abrupto, especialmente la Gomera y el Hierro. En todos los casos, la fuerza del oleaje es el principal elemento que modela el paisaje.
La costa Mediterránea
El litoral mediterráneo es el más extenso y va desde el Estrecho de Gibraltar hasta el cabo de Creus. En él se alternan las costas bajas y arenosas con amplios golfos, como el de Valencia, con litorales rocosos y pronunciados cabos, como el de la Nau o Gata. Podemos distinguir cinco sectores:
- El litoral sur, formado por las costas andaluzas y murcianas. Está condicionado por la proximidad de las Béticas al litoral, con alternancia de acantilados y playas bajas y arenosas, y por presentar una línea de costa rectilínea. Destacan el golfo de Almería, el cabo de Gata y el de Palos con el Mar Menor.
- El litoral valenciano, con dos mitades claramente diferenciadas: una rocosa, desde la bahía de Alicante y que va ganando altura hasta los acantilados del cabo de la Nau, condicionada por la continuidad de las sierras Béticas, que entran en contacto con el mar, y otra baja y arenosa, alrededor del golfo de Valencia, con amplias planas sedimentarias formadas por los ríos Júcar, Turia, Palancia y Millars. Esta zona es de influencia del Sistema Ibérico y en ella destaca un rosario de lagunas litorales de las que el mayor vestigio es la Albufera de Valencia.
- El litoral catalán está condicionado por la proximidad del sistema litoral catalán y los Pirineos, con costas rocosas y pequeñas calas, sobre todo a la parte norte. Como accidentes de relieve más marcados, destacan el Delta del Ebro, el Cabo de Salou, el Golfo de Roses y el Cabo de Creus.
- El litoral balear es muy variado, alternando grandes bahías, como las de Palma, l'Alcúdia, o Pollença, con pronunciados cabos como el de Formentor. Se alternan las playas en las bahías con calas y zonas rocosas. Especialmente abrupto es el litoral norte de Mallorca, con la Sierra de Tramuntana cayendo directamente sobre la mar.
- Ceuta y Melilla, en África. Mientras Melilla tiene un litoral alto y rocoso, Ceuta tiene las características contrarias.